Salver Clemente.
- Es importante aclarar que Juan Carlos ‘Roba Monja’ nada tiene que ver con el asunto de la Monja, aunque no queda exento de la sospecha de haber participado en algún momento del complot, no obstante su sobrenombre no proviene de esta sabrosa anécdota, sino del hecho de poseer unos mocasines -que al parecer eran de su pleno gusto- y que algún granuja comparó con el calzado de una religiosa, otorgándole así, el sobre nombre que le confiere la inmortalidad en el consiente colectivo de la “Villa Panamericana”.
- “El Laberinto” y su Monja siempre han tenido un lugar privilegiado en la cháchara de los villanos anteriores a la nueva era de “La Casona” al menos como referente cardinal para la ubicación de otros cuentos, así que les invito a despotricar sobre el asunto.
Otras Aclaratorias Importantes:
- La forma correcta de escribir el nombre de las cholas que usaba Punketo era “Lightning Bolt” según fuente servida por el Sumo Pontífice de la Logia Ya-Ba, el Maestro Yaba-Vaca: William Albarracín (gracias hermanazo por tu sincera colaboración).
- El nombre de la Escuela que opera en el Laberinto original es Escuela Bolivariana Andrés Bello y la oficina referida en el texto como Zona Educativa es en realidad el Municipio Escolar Plaza Zamora creado así desde Septiembre del 2007, no obstante ya funcionaba en esas instalaciones la Subregión de Plaza Zamora desde hacía cinco años, así nos informó el Profesor Valentín González; Coordinador Municipal de este despacho.
- La escuela de karate ya no existe, pues al instructor se le acusa de carencia ética, en fin se registraron niños amoratados, cortados con vidrios, bocas partidas y voladura de dientes, por mi parte he de decir que una tarde presencié su clase durante un rato y me pareció algo sórdido, pero preferí pensar que ese estilo tan vetusto de tratar a los niños correspondía a la disciplina impartida, sin embargo creo recordar ciertas clase de Taekwondo ofrecidas por Juan Carlos “Godzilla” Cisneros en el Módulo Policial(otro capítulo pendiente por aquí) y el ambiente era de camaradería y buenas intenciones, en fin, al hombre ya lo corrieron.
- Y esto es importante como nos informó la Coordinadora de CEDIST; Rosa Sivira, que el Taller al que me refiero en el texto como “Escuela de Manualidades”, funciona exactamente debajo de “El Piso Rojo” y se llama CEDIST “Centro de Desarrollo Integral Asociación Civil” (sin fines de lucro) operan desde el año 2001 y han trabajado arduamente por la recuperación de la estructura, coordinan y dictan, desde luego, cursos relacionados con “Artes Plásticas y Escénicas”. El espacio al cual me refiero se llama -esto siempre fue o debió ser así- “Salón Carlos Cruz Diez” y el Teatro del “Complejo Cultural Las Islas”, aunque en realidad le llaman ‘Anfiteatro’, este término no es correcto, el ‘Anfiteatro’ corresponde a una estructura con gradas al aire libre y de forma semicircular, que se usa para espectáculos escénicos, ahora bien el local al cual se hace referencia aquí, era en realidad una sala de cine, con tarima para conferencias, que no cumple con los requerimientos para ser definido ni como Teatro y mucho menos como Anfiteatro.
- De todas formas aquí dejo la definición de ‘Anfiteatro’ según la “RAE”: Edificio de forma redonda u oval con gradas alrededor, y en el cual se celebraban varios espectáculos, como los combates de gladiadores o de fieras.
Local con gradas, generalmente en forma semicircular, destinado a actividades docentes.
En cines, teatros y otros locales, piso alto con asientos en gradería.
En los hospitales y otros edificios, lugar destinado a la disección de los cadáveres.
- Por último, referiremos a otra “Asociación Cultural” que opera en el lugar, al lado del “Salón Cruz Diez”, específicamente debajo de la ‘Taima de los Pios’. Se trata de “Fundavemar”, que según se nos dijo, jamás están allí, pero que se supone dan clases de ¿danza? en fin, se puede decir que se han ido recuperando los espacios, por supuesto que falta mucho, en realidad muchísimo más de lo que cualquiera pueda imaginar.
- En mi humilde opinión, el “Centro Cultural” debe ser abierto para la ciudad en general, con una salida independiente hacia la calle que penetra “Nueva Casarapa”, de modo que los ‘Villanos’ no puedan alegar que “Las Islas” serán afectadas por el exceso de visitantes que atraería el local en funcionamiento, argumento -a mi modo de ver- inválido, puesto que ‘La Villa’ sigue abierta a todo tipo de visitantes y los problemas de inseguridad han fluctuado durante 25 años agravándose por la presencia de estas instalaciones sin uso. Prueba de ello son la proliferación de muros y rejas que han afeado el paisaje, convirtiendo unos espacios abiertos y verdosos, en oscuras veredas no menos inseguras y asfixiantes.